Aquí,
una
cabaña abandonada a la vida.
Unos
caminantes reposan sus pasos.
Palabras
lanzadas al viento.
Una
que otra caricia.
Miradas
reflejando
en
el espejo de sus aguas
la
inmensidad de la soledad humana.
Allí,
las
montañas.
Bosques
que navegan entre la niebla.
Todo
respira, allí,
todo
nos habla.
Y
aun así,
en
los ojos de quien mira
una
profunda tristeza se anida.
Solo,
ante el espejo,
el
espejo se mira.
No hay comentarios:
Publicar un comentario