¿Por
dónde se sale del desastre?
De
un estallido, por ejemplo.
¿Desde
dónde se empieza a reparar el daño?
Los
japoneses toman los fragmentos de un jarrón roto
y
lo unen con oro fundido.
El
jarrón contendrá, en adelante,
el
testimonio de la herida.
Una
herida preciosa que será parte constitutiva del jarrón.
Pero
nosotros ¿cómo reunimos las huellas de estos días amargos?
¿Cómo
dibujamos un mapa donde el oro fundido
repare
el territorio sobre el cual asentar nuestra casa
para
habitar el tiempo que nos quede?
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