El
escritor publica “La familia Martín”
un juego entre la realidad y ficción en el que escribe una novela sobre la
primera persona que encuentra en la calle.
SINOPSIS: Un escritor inmerso en un
bloqueo creativo decide llevar a cabo una acción desesperada: el tema de su
próxima novela será la vida de la primera persona que se encuentre por la
calle. Así entra en su vida Madeleine Tricot, una anciana encantadora dispuesta
a hablarle de sus secretos y heridas: del matrimonio y la viudedad, de su
trabajo como costurera para Chanel durante la época dorada de Karl Lagerfeld,
de la dispar relación con sus dos hijas. Valérie, la mayor de ellas y que viva
en el mismo barrio, duda de las intenciones de este escritor, pero decide que
puede ser una buena terapia para su madre. Y no solo eso: para que pueda
continuar con su tarea, exige al escritor que la incluya a ella en la historia
que está esbozando, así como a todos los miembros de su familia, la familia
Martin, atravesada tanto por el amor como por el agotamiento de la rutina.
Poco a poco los hilos de
todas estas historias se van enredando en una madeja de recuerdos, anhelos,
rencores, emociones que parecían perdidas y otras que, con suerte, pueden ser
recuperadas. El
autor francés presenta una realidad novelada de manera madura e irónica como viene
siendo habitual en su sesgo literario.
La
principal realidad que os entraréis es a un escritor inmerso en un bloqueo y
decide que su próxima novela la protagonizará la primera persona que encuentre
cuando baje a la calle. Con Madeleine; Valérie, su hija; Patrick, el esposo de
esta y Lola y Jérmie, los hijos de ambos; David Foenkinos construye una novela
basada en la cotidianidad de los pequeños y grandes avatares de unas vidas
normales y corrientes.
Crea
un novelista que debe lidiar con personajes reales a los que no puede manipular
y de los que no es dueño. El devenir de la historia quedará sellado por el
propio devenir de la familia y la intriga de cómo se resolverán los conflictos
y misterios planteados que estos mismos irán revelando ante los ojos del lector.
Todo manejado por un escritor que, como un experto titiritero mueve los hilos
tras el telón, y a través de ellos, aborda temas tan habituales y cercanos
como: el desencanto de la vida, el acoso laboral, la adolescencia, las redes
sociales, la homosexualidad. Todo ello salpicado con dosis de autoficción en
las que el autor habla no solo del proceso creativo, sino que realiza una burla
y una crítica del oficio de escritor.
Regala
una novela que anida dentro de otra, que habla de la inspiración y de cómo
canalizarla. De lo costoso del oficio de escritor y de la búsqueda de una
historia.
Foenkinos
narra esta novela valiéndose de ese escritor protagonista que cuenta los hechos
en primera persona. Un relato que abraza lo cotidiano y le otorga ese toque
personal que hace que sus novelas relatos sean de una estética cuidada con la
que atrapa al lector por la belleza de su forma y lo convence por lo visceral
del trasfondo.
Una
novela al más puro estilo del autor francés en la que reflexiona sobre la escritura,
el autor y la vida cotidiana. Con una prosa sencilla salpicada de su particular
sentido del humor y un estilo personal elegante, la novela es una lectura
agradecida. Una narración en la que la vida y la ficción interactúan
constantemente creando un estimulante juego lector. Los hilos de unas vidas que
se irán enredando en una madeja de recuerdos, anhelos, rencores, emociones que
parecían pérdidas y otras que, con suerte podrán ser recuperadas.
El
juego literario siempre está presente en sus novelas, tan distintas, que se
leen con una leve sonrisa de fondo.
El
autor inventa unos personajes a los que convierte en personas para volver a ser
personajes una vez que se inicie la lectura. El argumento se convierte así en
un grupo de actores que cobran sentido y hasta casi se materializan a medida
que avanza el lector a través de su historia. A través de capítulos cortos el
autor os mete de lleno en esa familia tan reconocible, creando una corriente de
empatía hacia ellos y hacia el propio escritor que se ve arrastrado a
involucrarse con ellos más de lo recomendable para su labor como autor de sus
vidas.
Cada
uno en su propio papel forma parte con mayor o menor predisposición de la
historia para que el autor pretenda contar con ellos como protagonistas.
Le
obsesiona la fragilidad de los personas, un golpe de realidad adornada con una
pizca de optimismo, La justa para resultar verosímil, suficiente para no convertir
el relato en un drama contemporáneo.
“¿De
verdad la gente va leer esto? , pregunta uno de los protagonistas. Si quieres
conocer la respuesta de Foenkinos solo tienes que sumergirte en las páginas de
una novela ligera y agradecida, yo lo he hecho y me he divertido.
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