sábado, 5 de noviembre de 2022

NUBES.

 
 
Yo
pastor de bulevares
 
desataba los bancos
y sentado en la orilla corriente del paseo
dejaba divagar mis corderos escolares
 
Todo había cesado
Mi cuademo
única fronda del invierno
y el quiosco bien anclado entre la espuma
 
Yo pensaba en los lechos sin rumbo siempre frescos
para fumar mis versos y contar las estrellas
 
Yo pensaba en mis nubes
olas tibias del cielo
que buscan domicilio sin abatir el vuelo
 
Yo pensaba en los pliegues de las mañanas bellas
planchadas al revés que mi pañuelo
 
Pero para volar
es menester que el sol pendule
y que gire en la mano nuestra esfera armilar
 
Todo es distinto ya
 
Mi corazón bailando equivoca a la estrella
y es tal la fiebre y la electricidad
que alumbra incandescente la botella
 
Ni la torre silvestre
distribuye los vientos girando lentamente
ni mis manos ordeñan las horas recipientes
 
Hay que esperar el desfile
de las borrascas y las profecías
Hay que esperar que nazca de la luna
el pájaro mesías
 
Todo tiene que llegar
 
El oleaje del cine es igual que el del mar
Los días lejanos cruzan por la pantalla
Banderas nunca vistas perfuman el espacio
y el teléfono trae ecos de batalla
 
Las olas dan la vuelta al mundo
Ya no hay exploradores del polo y del estrecho
y de una enfermedad desconocida
se mueren los turistas
la guía sobre el pecho
 
Las olas dan la vuelta al mundo
 
Yo me iría con ellas
 
Ellas todo lo han visto
No retornan jamás ni vuelven la cabeza
almohadas desahuciadas y sandalias de Cristo
 
Dejadme recostado eternamente
 
Yo fumaré mis versos y llevaré mis nubes
por todos los caminos de la tierra y del cielo
Y cuando vuelva el sol en su caballo blanco
mi lecho equilibrado alzaré al cielo.
 

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