miércoles, 2 de noviembre de 2022

LA PLENITUD DEL VACÍO.

 
 
Le pido a un dios que no conozco
que me lleve al bosque de las almas
y del bosque me llega un susurro,
no sé si el aleteo de los pájaros
o el aire de los matorrales.
Hablo a las almas
pero las almas no hablan.
Reclino la cabeza en el silencio
y yo soy en el bosque
el alma que no supo ser en vida.
Soy cada día menos
para ser plenamente.
 

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