“El libro negro
de las horas”
es apasionante, trepidante y absorbente. Recupera a Unai Lopez de Ayala, alias
Kraken, el protagonista de la Trilogía de la Ciudad Blanca de Eva García Sáenz de Urturi.
SINOPSIS: Alguien que lleva muerto
cuarenta años no puede ser secuestrado y, desde luego, no puede sangrar.
Vitoria,
2022. El exinspector Unai López de Ayala —alias Kraken— recibe una llamada
anónima que cambiará lo que cree saber de su pasado familiar: tiene una semana
para encontrar el legendario Libro Negro de las Horas, una joya bibliográfica
exclusiva, si no, su madre, quien descansa en el cementerio desde hace décadas,
morirá.
¿Cómo
es esto posible?
Una
carrera contra reloj entre Vitoria y el Madrid de los bibliófilos para trazar
el perfil criminal más importante de su vida, uno capaz de modificar el pasado,
para siempre.
“El libro negro
de las horas”
de Sáenz de Urturi es una novela un poco diferente de la saga iniciada en
novelas anteriores más personal e íntima. Llega para poner al descubierto los
secretos jamás contados de la vida de Unai, os alejará del thriller de acción
con el que se componen sus anteriores obras de la que es ahora su tetralogía.
El
universo Kraken crece. Unai ya no es inspector de la ertzaina. Tras todo lo
ocurrido en los libros anteriores, ha decidido dedicarse a la enseñanza,
íntimamente relacionado con lo suyo: perfilador criminal.
Su
excompañera Estíbaliz le pide ayuda pues en Vitoria se ha cometido el asesinato
de un librero vinculado con otra muerte similar en la Barrio de las letras de
Madrid y junto al cadáver ha aparecido sangre, al realizar la prueba de ADN, se
descubre que la sangre pertenece a la madre de Unai.
Algo
que es imposible pues su madre murió hace más de treinta años al dar a luz al
hermano pequeño de Unai. A su vez, este ha recibido una misteriosa llamada que
le indica que tienen secuestrada a su madre y que para poder reencontrarse con
ella tiene que entregar “El libro negro de las horas” de Constanza de navarra.
Esta llamada cambiará todo lo que Kraken cree de su pasado familiar. En esta
búsqueda de sus verdaderos orígenes: “un doble reto, un triple enigma,
demasiados interrogantes”.
La
trama discurre en dos espacios temporales: en la trama del presente es el mismo
Unai quien toma las riendas de la historia en el Madrid actual, mientras la
trama del pasado es un narrador en tercera persona quien va contando la
historia de Ítaca en la segunda mitad de los años setenta donde discurre su
infancia y juventud en su Vitoria natal. Desde su abandono a las puertas de un
colegio de monjas, pasando por una artística explotación infantil y una vida
dura y difícil.
Con
estas pautas, la novela os adentra en un mundo cerrado y oscuro del
coleccionismo de libros antiguos: los fraudes, las falsificaciones, los robos y
las bibliopatías. Pero también transmite el amor por los libros, por su
contenido, por las letras, por las historias que cuenta y por lo que hace
sentir a los lectores.
Con
una excelente documentación, la autora vitoriana os sumerge en un mundo de
falsificaciones y libros antiguos. Este libro no se puede comparar con la
trilogía, ya que no es de esos thrillers trepidantes, tiene un desarrollo más
pausado.
La
trama avanza sin prisa, lejos de entorpecer el ritmo de la narración, cada
trama enriquece a la otra, aportando un plus de acción e intriga, a pesar que
inicialmente haya un contrarreloj para hacerla frenética.
En
obras anteriores Sáenz de Urturi es conocida por su cuidado estilo, ágil ritmo
para contar historias y capacidad para dotar de una trayectoria personal a sus
protagonistas. En cada página todo lo que sucede se hace real a pesar de que
pueda resultar casi inverosímil e impensable en la actualidad con tantos
adelantos tecnológicos. En el devenir de la historia recorreréis no solo
Vitoria sino también el centro de Madrid tras el libro perdido y una profunda
documentación hace que conozcáis las diferentes técnicas de iluminación de
libros a lo largo de la historia.
Además,
si en otras ocasiones la autora habla de leyendas o historias de Vitoria o
Álava, en esta ocasión, no es menos atractiva, pues la escritora con acierto os
pincela el mundo de la bibliofilia.
Estáis
así ante una novela negra muy metaliteraria, una mezcla que resulta sumamente
atractiva, junto al hilo argumental típico de novela negra podréis disfrutar de
la inmersión que la autora hace en determinados campos del arte y de la
cultura. En este caso se trata de los entresijos de las joyas bibliográficas,
en otros ahonda en los entresijos de la arqueología o en determinadas épocas
históricas.
Si
todo lo anterior se le añade un estilo ágil, un lenguaje directo tendréis una
visión completa de la historia, porque intercala la línea del presente, narrado
por Kraken, con la del pasado, que está narrada en segunda persona, que siempre
es una apuesta arriesgada. El resultado es el buen hacer de esta novela.
Es
extremadamente experta en manejar a voluntad los tiempos para teneros pegado al
libro. Te lleva por donde quiere hasta llegar al final, un final que convence.
El
Kraken ya no es tanto Kraken, ni él quiere serlo. En esta novela se va a
desvelar muchas cosas del pasado de su familia y las vais a descubrir junto al
propio interesado.
Con
este aspecto interesante logrará meteros en la historia para haceros sentir un
personaje más. Es indudable, lo que hace que la obra dé un pasito más y no se
quede en más de lo mismo.
Algunos
personajes de la trilogía de la Ciudad Blanca pasan a un segundo plano, se les
extraña y conoceréis a otros nuevos que irrumpen con fuerza en este nuevo
universo creado por Eva Sáenz de Urturi. Es el caso de Ítaca Expósito, madre de
pasado oscuro que vive al filo de la legalidad; Goya, madrina de Unai y fiel
guardiana de los secretos de Ítaca; y la inspectora Mencía Madariaga, de la
brigada de Patrimonio Histórico de la Comunidad de Madrid y miembro del
misterioso lobby de las Egerias, del que también forma parte Ítaca.
Aunque Vitoria sigue teniendo peso en la
novela, esta ocasión cede protagonismo al barrio de las letras, en el corazón
de Madrid donde los personajes recorren las callejuelas, allí se encontraran
con la con la imprenta que salió el primer Quijote, hoy alberga la Sociedad
Cervantina. Otros puntos de interés en el argumento, la Cuesta de Moyano, El
Instituto Cervantes. Así como el edificio neoclásico de las cariátides, sede
del Banco Español, en su carama acorazada alberga la Caja de las Letras.
En
palabras propias de la autora vitoriana: “Cuando
creo un personaje y le creo un mundo con sus reglas particulares pero
coherentes, ese universo se queda dentro de mí para siempre, por eso nunca
tengo la sensación de reencuentro con ellos si vuelvo a retomar personajes,
para siempre están presentes.” La misma sensación vivirá el lector.
Una
vez más, la novela cumple la función que se le requiere, con una tensión
contenida, en el que quieres avanzar para dar con la resolución y descubrirlo
todo.
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