martes, 20 de diciembre de 2016

EL DISEÑO DE LAS MANOS.




Basta ya a la violencia de género. Todas las voces y todas las palabras contra la brutalidad machista. Después de la agresión, nada hay más doloroso que el silencio.


Cuando el diseñador pensó en las manos
de mujeres y de hombres
no las vio diferentes:
tan solo creó manos con cinco dedos,
una palma y un dorso dotadas por igual
para recorrer juntas esa distancia corta que hay entre los amantes
y las otras distancias que permiten
relación con las cosas.

Cuando el diseñador pensó en las manos
de hombres y de mujeres
creyó que palma a palma habrían de juntarse
cuando el amor viniera a convocarlas
y deseó poner en cada una
toda la suavidad que había dado
al aleteo de las mariposas.

Cuando el diseñador pensó en las manos
no imaginó la fuerza del dominio
ni de los rayos de ira que mutan voluntades
ni en la convocatoria irracional que lleva manos de hombre
a trazar trayectorias de golpes y de armas.

Y el aleteo de las mariposas
que había deseado el buen diseñador para todas las manos
se convirtió en pétalos de las rosas sangrantes
que vierten tantas veces la carne de mujer
convertida en un cáliz de amarguras.

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