viernes, 13 de enero de 2017

LES ENFANTS TERRIBLES.





 

Ese golpe con puño de mármol fue bola de nieve.
Y eso, le estrelló, iluminó el corazón.
Y eso, también estrelló la blusa del vencedor
y estrelló al vencedor negro que nada protege.
Quedó estupefacto frente a la garita de soledad,
desnudas las piernas bajo el muérdago,
las nueces de oro, el arbusto,
estrellados como pizarrón de estudio.
Así son a veces en el colegio
esos puñetazos que hacen escupir sangre,
esos puñetazos duros como bolas de nieve
que la belleza asesta al corazón, al pasar.

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