...No
puedo llamarte querida ni estimada;
un
seco saludo, no te hará más Buena, ni más mala;
no
sé si naciste en conjunción con Marte y Plutón,
pero
con tu raro signo, corazón tan loco no tendrá perdón.
Naciste en una tormentosa noche de noviembre;
los
ojos bien abiertos, presintiendo ya, tristes otonos.
Vientos te trajeron las voces que siempre, sin
ningún pudor,
te
llamaron de lejos, y tú, respondiste ciega y sin temor;
Tus
rodillas
no se hicieron para doblegarse;
demasiado
fecundo tu vientre infeliz;
has
sido la muralla, el paso, el rio;
el
alarido; la noche y la cruz.
Te hago estas líneas, para que cuentes los días,
que
quedan de ti.
Estas tan solitaria y descarriada de ti
misma,
que
ninguna voz llegara para darte el Consuelo que has deseado.
Demasiado feroz; te has bañado en el mar de
tu propio llanto;
y quizá,
algún día ,
hasta
tu sangre te ahogara
para
dejarte sin besos.
Un saludo, desde tu sombra.
YO.
YO ME LLAMO VENERANDA, Y ESE POEMA LO ESCRIBI YO MISMA. V.V.
ResponderEliminarHola Veneranda. Um placer comparitr buena poesía. Gracias por comentar.
EliminarMuchas gracias por sus halagos, senor Jose Antonio. Cree usted que es buena poesia. veneranda vaujin
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