Tras
desvelarnos en su anterior novela “La hija de Cayetana”, un episodio asombroso y olvidado, protagonizado por una
de las mujeres más celebres de nuestra historia: Cayetana de Alba, la
inolvidable musa de Goya, Carmen Posadas, regresa con una historia sobre una
mujer muy especial.
Porque,
si ha habido una mujer destinada a brillar, esa es Beatriz Calanda la protagonista
de la última novela. La autora hace un recorrido por los sesenta últimos años
de la historia de España a través de la exhibición que “La Calanda” hace de su
vida exagerada y excesiva.
Un
episodio asombroso y olvidado protagonizado por una de las mujeres más célebres
de nuestra Historia: Cayetana de Alba, la inolvidable musa de Goya.
Excéntrica,
caprichosa y libre, durante más de doscientos años su poder de seducción se ha
mantenido inalterable. Sin embargo, pocos saben que la duquesa adoptó a una
niña negra, María Luz, a quien quiso y educó como a una hija y a la que dejó
parte de su fortuna.
Carmen
Posadas cuenta con mano maestra la peripecia de las dos madres: la adoptiva,
con sus amores y dramas en la corte de Carlos IV, un auténtico nido de
intrigas, y la de la biológica, Trinidad que, esclava en España, lucha por
encontrar al bebé que le fue arrebatado al nacer.
La
escritora Carmen Posadas, ha presentado su último libro, titulado “La maestra de títeres”, en el que narra
la historia de tres mujeres que aspiraron a
vivir su propia vida en tres décadas muy distintas: Ina Pérez, en los
cincuenta; Beatriz Calanda, en los sesenta y Gadea Guerra, en el nuevo milenio.
La figura inmensa de Beatriz, hija de Ina y madre de Gadea, articula toda la
historia. Alrededor de Beatriz, la autora, construye su novela más compleja y
madura.
En
“La maestra de títeres” se refleja la
ironía marca de la casa, unas gotas de humor inteligente y, de vez en cuando,
una certera estocada de sarcasmo, recrea ante el lector una España que
edulcoraba su imagen en las páginas cuché de la prensa rosa. Y realiza con
virtuosismo un ejercicio narrativo muy complejo; disecciona con precisión de
cirujano a toda una clase social –la aristocracia y la alta burguesía española-
y al mismo tiempo crea unos personajes formidables. Adereza el conjunto con
hechos históricos, pinceladas costumbristas y con lugares que forman parte de
la memoria de varias generaciones de españoles.
La
autora ha construido en esta novela un extraordinario puzle de medio siglo de
historia de España. Un historia que va dando saltos en el tiempo delante y
atrás, sin que eso suponga un esfuerzo adicional al lector para entender esta
historia.
La
protagonista de esta novela –Beatriz- no solo es el hilo conductor de la trama,
sino que os llevará desde la posguerra, hasta la actualidad. Realiza un repaso
a la sociedad española haciendo hincapié no solo en el pasado más remoto, sino
también, en los últimos años del franquismo y la transición.
A
través de tres mujeres complejas, de fuerte carácter, que tejen secretos y
ambigüedades, exclusivas en la presa rosa, escándalos, cócteles, matrimonios de
relumbrón, pero también compromisos con lo que dicta el corazón, no la prensa
del corazón, sino el corazón de verdad, en una entretenida sucesión de más de
400 páginas de una saga familiar. Una novela en la que la frivolidad sirve de
mentira útil para contar la historia de un país que aún sigue herido.
Por
consiguiente, una novela que recorre España sin pudor y que acepta lo mejor y
lo peor de una sociedad que caminó sobre la superficie helada que había dejado
una guerra civil sin el menor remordimiento.
Hay
heridas que cuesta masticar, porque su núcleo deja mal sabor de boca; sin
embargo, hay novelistas que las mastican y las homenajean y luchan para salvar
a los héroes, aunque para ello tengan que construir un espejismo de frivolidad
y cócteles.
Ese
es el caso de “La maestra de títeres”.
“La maestra de
títeres” es
una novela compleja, muy bien escrita, con el lenguaje elegante, cuidado; bien
documentada y con un toque costumbrista, en la que, los que tenéis una edad, os
será fácil reconocer lugares, situaciones, formas de vestir y comportamientos.
La escritora madrileña, ha llevado a cabo una increíble labor de documentación
de unos años intensos en los que la sociedad española empezaba a abrirse y
despertar de una etapa oscura exenta de libertades para las mujeres. No existía
el divorcio y mucho menos el aborto. Describe con maestría las costumbres de la
época, las relaciones que se establecían, las clases sociales, los lugares de
moda, los personajes que poblaban Madrid y en la que veréis cruzarse a personajes
de ficción con otros reales que aunque estos últimos podríamos decir que hacen
simples cameos. Una historia contada a través de tres hilos temporales que se
irán entrecruzando, saltando de uno a otro, para finalmente converger en uno
solo, en el que descubriréis se encierra un misterio.
Es
un placer leer a Carmen Posadas, me encanta su forma de escribir que logra
mantener pegado a las páginas de una novela en la que en muchos momentos
parecía que no sucedía nada, con una historia en la que parecía que no
avanzabas y que no te llevaba a ningún sitio; la narración me ha parecido un
tanto fría y en la primera parte de la novela he echado en falta un poco de esa
intriga que luego aparece y ese interés en la historia. Esta es una apreciación
totalmente personal que no tiene por qué coincidir con la de otros lectores.
Pero hacia la mitad de la novela, en el punto que he comentado antes, va
adquiriendo un ritmo distinto, el pasado empieza a tomar interés, la historia
da un giro, aparece la intriga e iréis terminando de unir las piezas del puzle
que parecían ya puestas pero en el que, estaba claro, faltaba pegamento.
Y
realiza con virtuosismo, un ejercicio narrativo muy complejo Posadas no juzga,
Posadas abre prisiones u otorga salvaconductos con cada una de sus frases y
diálogos con el silencio, como lo hace un ermitaño hasta que encuentra su cueva
y espejo. “La maestra de títeres” es
una novela reflexiva, un mapa sin revanchas, pero con toda la historia de un
país sobre sus calles, sobre sus costumbres, sobre sus vicios y virtudes. Sobre
sus personajes y sobre el aliento que le queda a cada uno de ellos para seguir
vivos.
Beatriz
Calanda es la protagonista principal de esta novela. Es un personaje potente,
con mucha fuerza, es el prototipo de mujer que muchas miran con admiración, que
vive de su imagen y su vida es consumida por los seguidores de la prensa rosa
como una novela por entregas.
Pero
aunque la principal, Beatriz, no es la única protagonista de la novela ya que
tanto Ina, su madre; como Gadea, su hija, tienen su parcela importante en esta
novela. Unos personajes con entidad propia y en el caso de Ina con una historia
que daría para su propia novela. Son mujeres de su tiempo que intentan salirse
de esos esquemas tan encorsetados que tenía la sociedad en ese momento.
A
través de estas tres mujeres la escritora madrileña hace un recorrido por los
últimos 60 años de la historia de España, un retrato de la aristocracia y de la
clase alta de la sociedad española: la posguerra, la transición y el presente.
Toques
de novela histórica sin que realmente llegue a serlo, por más que veáis
desfilar, siquiera de pasada, como quien hojea los “santos” en las revistas del
corazón, toda una serie de personajes populares y conocidos. Pero no son ellos
los protagonistas, son meros comparsas en una vida singular.
La
obra en cuestión es una novela árbol, y no por la vastedad de personajes que
sostiene sobre sus páginas, sino porque es una novela circular en la que cada
anillo protege la acción y la inacción de cada uno de sus personajes.
Y
la escritora es temible cuando decide mirar directamente a la sociedad, ya lo
demostró en la magnífica “Cinco moscas
azules” pero en “La maestra de
títeres” de un paso más y pone a la alta sociedad y a sus personajes en un
callejón sin salida a pesar que ellos se muestran ajenos a su maniobra y sigan
moviéndose de manera gloriosa.
Sí,
puede que con “La maestra de títeres”
Carmen Posadas apele al curioso e indiscreto que todos llevamos dentro. Pero no
lo hace desde la frívola ligereza de los paparazi, sino desde una literatura
exigente y lograda.
El
enorme mérito de la novela consiste en convertir en comedia humana una trenza
de historias que, podría perfectamente haberse publicado por entregas en la
revista “Hola” con las fotos correspondientes.
Hola, no he leído a la autora nunca, mi madre si, le gusto muchísimo un libro de ella, pero luego ya nada, no le ha gustado ninguno más. Yo por ahora creo que lo dejaré pasar, pero lo anotare para decírselo a mi madre, a ver si este le gusta más. Saludos.
ResponderEliminarHola Mari Carmen. Te recominedo y le recomiendo a tu madre, sino se lo ha leido, es su anterior novela "La hija de Gayetana". Esta basado en un hecho real de nuestra historia. Yo lo desconocia.
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