Nos
encontramos ante la obra más ambiciosa y de estructura más compleja de Fernando
Delgado. “Sus ojos en mí” cuenta y
muestra ese lado más humano de la Santa.“Y fue para mí
una desgracia que en Beas de Segura y en día de primavera pusiera en mí sus
ojos, seguro hállome de que pecó de precipatada al mostrar su complacencia en
mi persona antes de cualquier examen”.
Jerónimo Gracián de la Madre de Dios.
SINOPSIS: La novela que
narra una apasionada historia de amor de Teresa de Jesús.
Teresa
de Jesús tuvo un gran amor: Jerónimo Gracián. Seductor, bien parecido,
elocuente y dotado de excepcional inteligencia, fue su más fiel aliado en la
reforma del Carmelo. Las cruentas batallas entre los carmelitas calzados y los
descalzos son el telón de fondo sobre el que se proyecta la íntima amistad de
la monja y el fraile. Viajes, fundaciones, procesos y cautiverios, crímenes
reales o venenosas habladurías se suceden en un relato trepidante.
Amena
y por momentos perturbadora, Sus ojos en mí arroja luz no usada sobre el perfil
más humano de la santa, rescata del olvido la fascinante figura de su adorado
Gracián y describe las consecuencias que después de la muerte de Teresa y hasta
su propia muerte tuvo para él la permanente mirada de ella.
“Sus ojos en mí”
es
una novela sobre los amores mentales o espirituales en los que sin duda, y más
de una vez, se cruza la tensión o el deseo del cuerpo, aunque podamos tener por
cierto que si bien Teresa de Ávila -con 60 años cuando conoce en Beas de Segura
a fray Jerónimo Gracián de 30- le gusta el hombre, su carisma y su
inteligencia, la relación fue solamente de afanes y cuidados mentales, lo que
en nada impide que se dice amorosa.
El
libro recrea los últimos seis años de la vida de la santa, ocupada en la
reforma del Carmelo y la fundación de nuevos conventos en medio de la guerra
confusa y sin cuartel entre los carmelitas descalzos y los calzados. De igual
modo, nos cuenta su deslumbramiento al conocer a Jerónimo Gracián, un hombre
joven, bien parecido, ambicioso, con disposición para la mítica que acude al
convento de Beas en 1.575 para poner orden. Entre ellos se produjo el
encantamiento, un flechazo intenso de comprensión y simpatía mutua, de amor, e
incluso, de deseo amoroso que Teresa atribuyó a la voluntad de Dios. Tal fue su
entrega, que acepto la pérdida de libertad que conlleva el amor e hizo a
Gracián la promesa de obediencia absoluta de por vida.
Partiendo,
pues, de estas premisas, y teniendo como escenario histórico los últimos años
de la vida de la santa durante el reinado de su Católica Majestad Felipe II de
España, quien también tendrá sus momentos en el argumento, esta novela no solo
despliega, con sintaxis añeja; cargada de ironía y cercana a las formas y el
estilo de sus protagonistas si no es muy rica en contenidos.
Por
un lado disfrutareis, entre el argumento, la lucha de poderes entre la iglesia
del S. XVI, un escenario perfecto para mostrar esta condición humana en
absoluto exclusiva de los siglos pasados. La ambición de poder es el motor que
mueve a no pocos clérigos de la época: las rencillas, las acusaciones, las
calumnias, las arbitrariedades de todo tipo, las envidias y traiciones.
Por
otro lado, otro gran tema, es el de los hechos históricos porque aunque la
intención de Fernando Delgado no era hacer una novela histórica en el sentido
estricto de la palabra, “Sus ojos en mí” es, además de todo lo dicho, una
extraordinaria novela histórica no convencional.
La
novela tiene una estructura original, pues trascurre en dos tiempos narrativos:
el de la singular historia de amor entre la sexagenaria Teresa de Jesús y el
joven fraile Jerónimo Gracián, y el de otra historia paralela, más actual a
mediados del S XX, la de dos frailes y un profesor que se replantean su inicial
objetivo y se lanzaran a una extensa labor de investigación que dará como fruto
esta historia.
Incuestionable
la labor de documentación que requiere este complejo escenario y que ha tenido
como base el intenso epistolario teresiano que permite trazar una base real
sobre la que el autor ha ido desarrollando la trama, utilizando unos recursos
narrativos muy ingeniosos sin faltar a la veracidad de los hechos.
“Sus ojos en mí” es una obra
arriesgada, cuya lectura atrapa a pesar de su dificultad y de su interés. Una
novela apasionante, muy bien explicada y
con una estructura muy sólida.
Resulta
destacable el lenguaje arcaizante, de tono elevado y formal, que nos introduce
en el marco histórico, como también los juegos de frases y palabras
concatenadas que dan lugar a reflexiones no extensas de humor refinado y sutil
aportando fluidez a la prosa.
Dicho
lo anterior, es una novela deliciosa y llena de ingenio que habla de los mundos
vertientes del amor, en especial del amor admirativo, mostrando, a través de la
narración de unos hechos históricos, cómo entre muchas maneras de amar cabe
también la del amor sensual, exento de toda carnalidad.
El
respeto de la figura de la monja pernea por toda la obra. El autor cicharrero
tuvo cuidado en el tratamiento de la íntima cercanía entre los protagonistas
para no causar polémica. Así que entre ellos se produce un deslumbramiento
intelectual que los hace inseparables. Estaréis ante un tratado de “platonismo”
declarado respecto al amor platónico de los protagonistas.
Lo
más interesante de la novela tiene que ver con el lado humano de los dos. El
que menos se conoce y os presenta a Teresa como una mujer combativa, feminista,
valiente, carismática, administradora, con ideas propias y también su
vulnerabilidad, sus dudas, sus miedos y hasta sus celos, sin dejar de mencionar
su vertiente de escritora y mística. Todos estos hechos hacen que la
Inquisición la persiga, simplemente porque no puede tolerar que una mujer piense.
Y
por este motivo también persiguen, al otro principal protagonista, que rescata
del olvido la fascinante figura de su adorado amigo Gracián. Además de
despertar envidias por ser un hombre ilustre, avanzado en su época, humanista,
educado y refinado. Todo esto le costó al final de su vida el castigo del
exilio. Un gran personaje histórico, cuya vida, por sí sola, daría para varias
novelas.
Entre
otros personajes del elenco todos destacan por lo maravillosamente cincelados
que aparecen.
Porque
esta novela tiene que contextualizar muy bien los hechos. Por eso es fiel a los
personajes de los escenarios de la iglesia y de la sociedad de Felipe II, así
como a la relación entre cada uno de los protagonistas. Y sólo se permita
alguna licencia en los personajes de la historia paralela.
Fue
fabuloso que una mujer y un hombre se unieran para multiplicar la grandiosidad
de Dios y la expandieran, a pesar de las adversidades, las envidias o la
compasión de las mentes cerradas. Fueron dos adelantados a su época que
supieron entender la esencia del Evangelio y transmitir la sencillez del
mensaje del mandamiento del amor. No hay más, así de fácil.
“Sus ojos en mí” es, por lo
tanto, un obra sumamente rica en matices, capaz de suscitar reflexión sobre
temas entre lo divino y lo humano que escapan a cualquier contexto histórico y
de humanizar, sin juzgar, a una de las grandes figuras de nuestra historia y de
nuestras letras, una de las mejores prosistas de la lengua española.
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