Ten
un beso en la frente,
y,
al alejarme de ti ahora,
déjame
confesar sólo esto:
no
estás equivocada si piensas
que
mis días han sido un sueño;
mas
si la esperanza ha volado
en
una noche, o en un día,
en
una visión, o en ninguna,
¿acaso
se ha ido menos?
Cuanto
parecemos y vemos
sólo
es un sueño dentro de otro sueño.
Estoy
de pie, en medio del rugido
de
una orilla herida por las olas,
y
mi mano contiene
granos
de la adorada arena.
¡Qué
pocos! ¡Cómo se deslizan
entre
mis dedos a lo hondo,
mientras
yo lloro, mientras lloro!
¡Oh,
Dios! ¿No puedo salvar
uno
tan sólo de la inclemente ola?
¿Es
cuanto parecemos y vemos
tan
sólo un sueño dentro de otro sueño?
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