Yo
también, como Baroja,
hubiese
preferido
ser
un hombre de acción:
no
sé…
pilotar
un mercante,
por
ejemplo,
o
atracar bancos,
o
montar una guerrilla en algún sitio,
o,
en fin, cualquier cosa,
salir
en la tele
con
el Wanted debajo.
Pero
no:
ni
guerrillas ni bancos
ni
mercantes ni guantes ni hostias.
Padre
de familia, camarero y poeta.
Así
es la puta vida.
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