Estamos
dos señales bajo la sal. Tomo de a dos tus manos
y
corrijo sus goznes. Qué decirte que no emane de lo que dejé en tu seno.
Estamos
a raíz bajo la sal/ sin esa posibilidad de eternos
trescientos
treinta y seis minutos de mi tarde. Había varios de nosotros
bajo
la sal pero sólo dos tenían pan
pero
amarradas bocas para el choque. Leíamos a Uribe, un dandy
te
decía para lamer los párpados, ajar nuestros costados.
Dónde
quedó esa suspensión del pulmón
al
retener el aire. Es que estamos
a
más a varias a muchas señales bajo la sal.
Faltaba
tu deseo. Hay marcas hay muchas marcas bajo la sal.
Espeso
el labio ahora cruza tu mejilla y te pliegas/ lienza que ato a mi revés.
Bajo
la sal seguimos. No tengo la temperatura
que
hizo amoldar tu cuello/ tu grosor de ojo. No es Armando/ es tu mordaza/ lo que
las
palabras
escribieron: bajo la sal/ en villa/ sin soldada.
Me
queda fijar el iris sobre la ropa muerta/ Sobre tu estela tenue.
Sobre
ella hay otro iris.
Bajo
ése
está
la sal,
amor.
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