¿Son
realmente historias fáciles o libros de calidad? ¿Cuántos de ellos pasarán
realmente a la historia de la literatura? Hoy os traigo en mi blog de reseñas
de libros “La catedral de Mar”. La
primera incursión del abogado Idelfonso Falconés en el mundo de las letras.
No
hay nada de malo en que “La catedral del
Mar” haya sido la versión española de “Los
pilares de la tierra”; al fin y al cabo, cada uno tiene derecho a escribir
sobre lo que quiera y, si lo hace bien, a recoger sus frutos. Pero sí que más
de uno podría directamente quejarse, y así ha ocurrido, de que es una copia
brutal y descarada del best seller de Kent Foller. Por supuesto, eso sería un
poco injusto para con “La catedral del Mar”
de Idelfonso Falconés.
Así
mismo, pensaba encontrarme un subproducto que explota el filón de “Los pilares
de la tierra”, pero no es el caso; el libro tiene su propia identidad.
SINOPSIS: Siglo XIV. La
ciudad de Barcelona se encuentra en su momento de mayor prosperidad; ha crecido
hacia la Ribera, el humilde barrio de los pescadores, cuyos habitantes deciden
construir, con el dinero de unos y el esfuerzo de otros, el mayor templo
mariano jamás conocido: Santa María de la Mar. Una construcción que es paralela
a la azarosa historia de Arnau, un siervo de la tierra que huye de los abusos
de su señor feudal y se refugia en Barcelona, donde se convierte en ciudadano
y, con ello, en hombre libre. El joven Arnau trabaja como palafrenero,
estibador, soldado y cambista. Una vida extenuante, siempre al amparo de la
catedral de la Mar, que le iba a llevar de la miseria del fugitivo a la nobleza
y la riqueza. Pero con esta posición privilegiada también le llega la envidia
de sus pares, que urden una sórdida conjura que pone su vida en manos de la
Inquisición…
La
catedral del mar es una trama en la que se entrecruzan lealtad y venganza,
traición y amor, guerra y peste, en un mundo marcado por la intolerancia
religiosa, la ambición material y la segregación social. Todo ello convierte a
esta obra no solo en una novela absorbente, sino también en la más fascinante y
ambiciosa recreación de las luces y sombras de la época feudal.
Una
historia de Barcelona en el Siglo XIV que muchos no pueden evitar comparar con “Los pilares de la tierra”, como se
viene haciendo desde que comenzó su andadura literaria.
Con
un comienzo bastante brusco nos introduce en la historia y las costumbres
imperantes de la España medieval. Una novela histórica construida con un ritmo
ágil y que pocas veces se para en muchos detalles para evitar así ralentizar la
historia.
En
eso sabe bien cómo manejarse el autor. Y hay que saber cómo hacerlo con
naturalidad para no aburrir al lector. Con este resultado lo hace Idelfonso
recreando todo tipo de peripecias en las que acompañaremos al protagonista que
no siempre lo va tener fácil; en relación con el género femenino, que lo va a tener peor,
causante a su vez de grandes problemas. Enseguida se va enredando la novela
poco a poco mientras busca enredar al lector.
La
novela es una excelente ficción histórica donde el autor explica los usos y
costumbres de la Cataluña del S. XIV. Destacar que el escritor ha realizado un
trabajo de investigación excelente para ambientar la novela en la realidad
histórica. La integración de estos apuntes históricos en la trama está muy bien
sincronizada. Con todo ello, uno puede imaginarse fácilmente y con detalle el
ambiente y las calles del barrio gótico y la Ribera de la Barcelona del
medievo.
Conviene
subrayar el retrato que hace del pueblo de Barcelona, de sus distintos oficios,
del barrio de la judería, las creencias absurdas y supersticiones respecto a
ellas, los ajusticiamientos en público como muestra de poder y ejemplo para el
pueblo. Una dura época en la que las clases sociales estaban completamente
diferenciadas, al mismo tiempo toda clase de injusticias sociales y el gran
sistema de gremios. Nos brinda un maravilloso viaje. Todo esto está, para mí,
casi al mismo nivel que el retrato que describe de la formación del niño hasta
convertirse en un hombre respetado. Donde demuestra, frente al poder
establecido, la fuerza de unidad de todo un pueblo.
Por
otra parte, la novela es también la historia de la construcción de la Catedral
del Mar -Basílica de Santa María del Mar- situada en la Ribera de Barcelona,
barrio de pescadores.
A
su vez el libro, no es una recopilación de hechos y costumbres históricas,
también es una historia de lealtad y de venganza, de amor y de traición, de
devoción e intolerancia religiosa, de encuentros y desencuentros. Todo ello
vinculado a la vida de Arnau -el protagonista- una vida llena de aventuras, de
altos y bajos que darán a la obra gran dinamismo y, por lo tanto, hechiza al
lector que querrá saber más sobre el personaje principal, de su familia y de
toda la gente que lo rodea, Y es que cada vez que la trama parece asentarse
ocurre algo que cambia o altera la situación de los protagonistas. Resumiendo
los personajes, las situaciones, el ambiente… todo es efectista, todo está ahí
para tocar los sentimientos más profundos del lector.
Ildefonso
Fálcones nos narra una historia en tiempos de la Inquisición en Barcelona. Con
la construcción de una catedral y cuyos personajes irán creciendo a medida que
crece la misma. Cabe decir que no todas las historias que en el libro se
cuentan son verídicas: algunas son reales y otras son producto de la pluma del
autor.
El
autor barcelonés es un hábil narrador, mantiene el buen ritmo, sabe hacer que
la balanza no se incline de manera peligrosa hacia el tedio que puede producir
los datos, excesivos o no, fieles o no, de las descripciones crudas o
demasiados técnicos.
Con
respecto a la prosa es sencilla, sin concesiones al lirismo, ni honduras de
ningún tipo. Se lee fácil, sin tregua. Siendo así que no es un libro que destaque
en lo formal o en alardes estilísticos o artísticos. Sin embargo, tampoco es
una prosa mala o chirriante, sino que está bastante revisada. En ocasiones
resultan un poco incómodos los parlamentos de algunos personajes cuando hablan
de leyes del lugar, o temas históricos y económicos. Dan la impresión que están
metidos forzadamente para ilustrar al lector, aunque lo cierto es que algunos
de ellos, son claras y fáciles de asimilar.
Se
trata de una novela con una trama bien construida, que aporta una gran cantidad
de información sobre el periodo histórico en el que está ambientada, pero sin
resultar tediosa -lo comento para aquellos a los que les asustan un poco este
tipo de novela.-
Al
contrario, no quieres para de leer, quieres más y más. Quieres saber qué será
lo próximo que acontecerá en la vida de Arnau: aventuras, desventuras, amores,
rencillas e incluso si tendrá que luchar por su supervivencia.
Además
reconstruye con fidelidad la sociedad que vivía la plebe, el libro se centra en
este estamento y no tanto en el de la nobleza o el clero, como otras novelas
ambientadas en la misma época. Nos conduce a conocer la forma de vida, las
costumbres, las devociones un fiel reflejo de lo que fueron esos tiempo, y
sobre todo aquí es donde se nota la enorme labor de documentación que ha
realizado el autor. Por consiguiente, el lector acaba creándose un perfil
considerablemente definido de al cada clase social.
Pero
más allá de que el estilo sea dinámico y directo, hay que reconocer que posee
en esencia virtud de trasladarnos a la Edad Media. He leído algunas críticas
demoledoras que le acusan de utilizar los recursos del folletín para construir
la trama. Soy de la opinión que cada escritor tiene derecho a las licencias
necesarias para poder vender su producto.
Se
trata de unos personajes bien construidos, de trazos gruesos. Con un buen
desarrollo, de una pieza y esa pieza busca alcanzar la exaltación en los
momentos culminantes, nos mostrará la sociedad de la época, en algunos casos
ingenua, que encontraba la explicación aquello que acontece en sus vidas, en la
mayoría de los casos, en la fe -tanto para lo bueno como para lo malo- pero
también solidaria y de buen corazón. Pero al mismo tiempo, veremos la codicia,
la maldad, la cobardía, la impunidad de actuación de las clases más altas.
A
los personajes principales se suma un buen conjunto de secundarios que
mantienen la tensión narrativa a lo largo de la novela. Nobleza, siervo de la
gleba, comerciantes, judíos, la inquisición. Pero sobre todo, el papel de la
mujer en el libro no deja de ser curioso. Es cierto, que aquella época pocas
eran las que destacan, las destinadas a resaltar o llevar una vida feliz. Pero
en este libro pasamos de mujeres violadas por nobles, a prostitutas, a madres
dolientes y mujeres sumisas a arpías sin corazón. Nada se le escapa al autor
barcelonés que construye una sólida trama que transcurre a lo largo de más de
cincuenta años.
Se
trata de una novela perfecta para leer en un momento relajado, cuando se
prefiere algo ligero y nos ayude a evadirnos. Cada capítulo es una sucesión de
hechos impactantes que mantienen en vilo al lector, casi como quien ve una
película. Al mismo tiempo, muestra un detallisimo retrato de la sociedad
barcelonesa de la época. Y sobre todo, después de leer el libro, mirarás el
casco antiguo de Barcelona con otros ojos, descubriendo rincones y cosas en las
que antes no nos habíamos fijado.
Te
atrapará no sólo por la historia que nos cuesta, sino por cada uno de los
personajes, que no dejan de formar parte de nosotros. Y quién sabe, quizá ahora
seamos tan diferentes, quizás sigamos siendo un poco el protagonista y
necesitamos encontrar nuestra propia “Catedral del Mar” que nos guíe para
encontrar nuestro camino.
La obra está bien escrita y perfectamente documentada. Sin embargo, no por eso es un éxito de ventas. Tiene como añadidos el precedente de "Los pilares de la tierra", que abrió camino y consagró a Ken Follet. En sus páginas se destila pensamiento y conductas de la Edad Media, pero reitero, todo esto lo encontramos en otras obras prácticamente desconocidas. El éxito le viene de la idea de colocar en el centro de la narración la construcción de una catedral. Entretenida, bien escrita y con un final previsible, pero buena obra al fin y al cabo. Salu2.
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