Y
tú quieres oír, tú quieres entender. Y yo
te
digo: olvida lo que oyes, lees o escribes.
Lo
que escribo no es para ti, ni para mí, ni
para
los iniciados. Es para la niña que nadie
saca
a bailar, es para los hermanos que
afrontan
la borrachera y a quienes desdeñan
los
que se creen santos, profetas o poderosos.
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