Hasta
la cima más alta
una
niña se subió.
Quería
tocar la luna
y la
luna se dejó.
-Aunque
a veces no me veas
-la
luna le confesó-
por
muy de noche que sea,
en
el cielo siempre estoy.
Unas
veces estoy llena,
otras
en cuarto creciente,
otras
soy menguante o nueva,
pero
siempre vendré a verte.
Que bonito^^
ResponderEliminarHola Sandry.
ResponderEliminarMe alegro que te guste.
Un saludo.