-Pilar
Coffeen Cabrera-
Entre
la niebla del tiempo susurra un recuerdo persistente,
que en medio del estruendo cotidiano
se
abre paso a empellones
en medio de una multitud de olvidos; Olvidos
que destilan una falsa resignación…
impuesta a medias.
Una
mano se extiende y toma con fuerza, el grito,
¡la impotencia latente que inunda el cielo
de parvadas de aves silenciosas…
honrando la ausencia de las
flores
en una procesión sin rumbo!
¿Cuántas
semillas abraza la tierra en su silencio?
Nadie lo sabe…
Tan
solo el viento que jamás se guarda un secreto,
¡y se lo cuenta a las nubes y se lo cuenta a las montañas,
a
los árboles y a cielo!
Donde
todo queda plasmado,
donde
todo queda guardado,
donde
nada, se olvida…
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