El
sol a lo más alto ascenderá
hoy
que es domingo.
Sopla
el aire y mueve
un
almiar en aquella colina.
Pondrán
lo de las fiestas, y todos
tendrán
un corazón ligero:
mira
a los niños en la calle,
fíjate
en las flores en el huerto.
Ahora
campanas que tocan,
son
Dios en verdad.
Más
allá, las nubes se desvanecen
y
crece el cielo.
Deja
al mundo en su dicha
y
ven, mi alma, para que te cante,
como
una cancioncita alegre,
una
canción de la muerte.
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