Igual
que en invierno las verdes hojas
caen
del árbol, y la rica vida de las plantas
fluye
hacia las raíces y allí se reúne,
así
perdí
juventud
y alegría, y con todas mis fuerzas
vertí
hacia dentro mi vida entera.
Pero
ni la primavera a una nueva juventud me llama,
ni
la alegría de nuevo despierta.
Pues
en mi dolorosa y feroz rabia vive;
Y
con la excitada sangre del corazón
alimento
el fuego salvaje
de
la consumidora llama.
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