Ilustración autor desconocido.
Llegad,
Reyes del Oriente;
la
estrella que os va guiando
ya
de Belén en la gruta
fija
sus destellos claros;
y
cuando llenos de gozo
adoréis
al niño santo,
seguid
por nuevos caminos,
cruzad
ligeros los campos,
y
atravesad las ciudades
donde
os están esperando
los
pequeñuelos: dormidos,
con
la sonrisa en los labios,
parece
que están diciendo:
¿qué
traerán los Reyes Magos?
Los
adurmió la esperanza,
y
en el sueño, dulce y grato,
ven
agrandarse, agrandarse,
las
figurillas de barro
que
estaban quietas y fijas
del
Nacimiento en lo alto;
y
por las calles obscuras
pasáis
en bullicio extraño,
en
ricos mantos envueltos,
sobre
los caballos blancos
y
en los cestos primorosos,
que
en las ventanas colgaron,
dejáis
los lindos juguetes
y
confites delicados,
y
al toque de las trompetas,
y
al trote de los caballos,
cual
fantasmas de la noche
vais
pasando, vais pasando.
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