martes, 21 de abril de 2020

CANDELA. Juan del Val.


“Candela” de Juan del Val, conocía al autor pero no había leído nada de él, para los pocos que queden aún por saberlo, es la novela ganadora del premio Primavera 2019 y, aunque a muchos les siga chirriando encontrarse entre los autores literarios y, sobre todo, entre los premios a personajes más o menos famosos, lo cierto es que ser famoso no te hace ni mejor no peor escritor, como ya se han encargado de demostrar muchas novelas y autores antes que la que nos ocupa.


SINOPSIS: Tengo estrías, celulitis y una perra fea que se llama Chelo. Al principio era bonita, pero cuando creció se le ensanchó el culo. Lo mismo que me pasó a mí, salvando las distancias…
Candela es una mujer de cuarenta y pocos años con una vida normal, acostumbrada a la soledad, enormemente observadora y con un ácido sentido del humor. Sus días transcurren sin grandes sobresaltos mientras trabaja de camarera en el bar que regenta junto a su abuela y a su madre tuerta. Un bar de barrio por el que, a través de sus clientes, pasa la vida entera. Candela deberá alumbrar cualquier penumbra, incluso esa que vuelve desde el pasado que creía olvidado.
Juan del Val construye, con una veracidad descarnada y un sentido del humor en ocasiones desternillante, el retrato de una mujer única.










“Candela”, una crónica urbana tragicómica, con sentido del humor. Desenfadada, amena y muy fácil de leer. Así es esta lectura, una maravilla para los sentidos y el alma. Está llena de lecciones y de sabiduría. A través de la historia os va mostrando lo verdaderamente importante mediante las cosas más sencillas que ocupan el día a día. Esas que a veces nos perdemos por no estar atentos.
El único lugar donde las emociones más primarias del universo son capaces de condensarse en el interior de un vaso de cerveza, se convierte en el escenario principal de la historia. El bar como casa, como escaparate, como puerta. El bar como pregunta, como espejo, como sociedad ilimitada a la que pertenecer siempre.
Esa es la base conceptual sobre la que el periodista Juan del Val ha construido “Candela”. Una historia protagonizada por tres generaciones de mujeres que luchan contra la tiranía de las horas detrás de la barra de un bar; donde el autor se centra en el personaje que da nombre al libro, una camarera de cuarenta años de edad, enormemente observadora, lúcida y espabilada, que regenta un bar de barrio junto a su madre tuerta y su abuela. Una fascinación que se refleja en el retrato veraz de una mujer corriente que está acostumbrada a la soledad, vive las emociones del pasado de una manera descarnada y establece un vínculo único con el paso del tiempo. Y a su vez, por delante de sus ojos pasarán una variopinta clientela, público mayoritario del pequeño teatro por el que asoma la vida que consigue rematar el puzle de existencias que componen el día a día de la calle.
Para mí, es una novela del día a día. Te cruzas en la calle con cientos de Candelas y nunca pensamos que cada una de ellas lleva detrás una vida a veces complicada y otras veces felices, pero, al fin y al cabo, una vida llena de amor, odio, insatisfacciones y también amigos y lealtad. Pues todo eso es “Candela”, una historia de la vida diaria contada de una manera sublime, cautivándote ella y cada uno de los personajes, desde la primera página.
Podría resumirse el contenido de esta novela: “Parece que la vida empieza sólo el día que nacemos, pero no es verdad. De vez en cuando todo empieza de nuevo”.

Otros de los puntos que se extraen de la  novela es el que comentaba al final del párrafo anterior: “De vez en cuando todo empieza de nuevo”, y es que, Candela, sin saberlo, empieza a vivir, a ilusionarse, a desear, a sentir y a tomar sus propias decisiones con casi cuarenta años. Nunca es tarde para empezar es otro de los mensajes positivos que subyacen de las páginas de  esta novela junto con esos toques de humor –irónico, negro, peculiar, sincero- tan característico de Juan del Val.
Sin embargo, no se trata de una novela de humor. Tampoco de una tragedia o una comedia surrealista, pero posee “todas esas cosas”. Lo que sí promete es una historia con la que cualquier española del S. XXI, “tenga 20 o 60 años”, se sentirá identificada.
Una novela contemporánea, maravillosamente dibujada, con la que todas las mujeres se van a identificar en algún momento. Además, destaca de esta crónica urbana en clave de tragicomedia su sentido del humor, su frescura narrativa y su friso de personajes pegados a la realidad, lleno de renuncias y anhelos.
Y es que de eso trata esta novela, de sencillez, de cotidianidad, de aprendizaje y de valentía. De valorar las pequeñas cosas, de aprender de lo malo y disfrutar de lo bueno, de mirar hacia dentro y conocerse, aceptarse y sobre todo quererse. Eso es lo más importante.
No es una novela que pueda pasar a la historia como la mejor novela que hayas leído nunca, quizás ni pellizco, ni vibraciones, ni sentimientos, pero te hará pensar, y meditar. Muy entretenida y la manera de contar la historia cautiva. Una historia sin ambages, real, directa, con un lenguaje fácil, cercano, sin rodeos, directo a lo que quiere decir. Pero la sencillez no implica que no tenga calidad, todo lo contrario, y es que en esta novela trata de reflejar lo complejo del ser humano y su relación con el entorno además de consigo mismo, tema que invita siempre a la reflexión. Y haciendo que los sentimientos de Candela te lleguen por su realidad y por lo bien contados que están.

Juan del val escribe una novela de personajes, todos muy distintos, todos con sus problemas y, sobretodo, todos tan reales como la vida misma. Y de eso precisamente trata “Candela”, de la vida, de las relaciones, de esa gente con la que convivimos día a día y que se convierte en nuestra familia sin saberlo.
De esta manera, el principal objetivo narrativo del autor madrileño es fabricar un retrato próximo a la vida a través de su personaje principal, una mujer de mirada divertida y contexto complejo.
Me gusta muchísimo la evolución del personaje a lo largo del libro, creo que es una mujer maravillosa, que os dejará muy claro con su relato la importancia de llevar la vida con humor, sea lo que sea, y cuando sabes reírte de ti misma, la vida es muchísimo más llevadera.
Un friso de personajes muy bien definidos, pegados a la realidad, llenos de renuncias y anhelos. Con una mujer protagonista contemporánea muy bien dibujada.
Su personaje principal es brutal. Y lo és porque Candela eres tú o cualquiera de las mujeres que hay en este mundo, y esa es la magia que tiene, que te sentirás identificada con ella en muchos aspectos, que duda como dudáis vosotras, que tiene miedo como lo tenéis vosotras, que se equivoca y se sonroja, como lo hacéis vosotras. Que es una persona normal y corriente, que le ha tocado la vida que le ha tocado y que lejos de amargarse, ha aprendido a vivir con ella y todo eso hace que vivas su historia y t  pondrás en su piel en cada página que vayas leyendo.
Los personajes que acompañan a Candela son esplendidos. La madre y la abuela dos personajes imprescindibles en la historia que permanecen siempre al lado de la protagonista y que os muestran la vida tal y como es; Loli e Iván, madre e hijo respectivamente, que trabajan en el bar junto a ellas, y con las que les une una amistad fiel y sincera; los clientes habituales del bar, entre los que se encuentra Fermín, entre otros, que aportan escenas tan agradables que no querréis que se acaben.
La protagonista nos narra una vida fácil, lo que hace que la novela “sin ser complaciente en algún aspecto, si resulte muy emocionante”. No es “políticamente incorrecta” aunque sí “habla de cosas difíciles de asumir”. Y, sobre todo, es “compleja y fácil, pero en absoluto simple”, porque “ni acude a tópicos ni a etiquetas”, remata.

Si tuviera que explicar de qué trata “Candela”, diría de la vida misma, pero, sobre todo, diría de comienzos y de ganas de vivir. Una novela breve, que te durara dos tardes en las manos y que, cuando te quieras dar cuenta, habrás terminado con una sonrisa en los labios.
Lanza el consabido mensaje: porque hay que vivir, que son dos días.

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario