Es
mi fe
como
una alta roca en el desierto,
que
aspira a sembrar
en
el erial de su existencia.
Envíame
Señor,
un
Céfiro con semillas del Cielo.
Las
esparciré alrededor
con
las raíces de mi fe,
creando
un círculo con colores de Dios.
En
la cima,
pondré
un farol de siete puntas,
para
caminantes dubitativos.
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