La
novela supone la primera incursión del autor en el mundo de la narrativa. Una
novela divertida y tierna, lo pasaréis genial con esta astuta y pícara historia
donde un hombre os guiará por la ciudad que nunca duerme. A través de sus
experiencias sobre la emigración, las contradicciones del sueño americano,
descubriréis lo que queda en esta ciudad de los primeros actos de protesta
contra el acoso policial y social contra los homosexuales, diferencia entre lo
que ha cambiado y lo que sigue igual. Y la importancia de los afectos para
poder sobrevivir.
SINOPSIS: A punto de
cumplir 30 años, Simón se traslada a vivir a Nueva York con muchas ilusiones,
algunos remilgos y poco dinero. Con su labor de periodista como arma para
codearse con las altas esferas y su perfil en Grindr como llave para divertirse
con las bajas, Simón conocerá también a sus amigos Carlos y Tomás, cómplices en
las mieles del hedonismo y los sinsabores de la emigración. Un camino luminoso
de placer y sensibilidad en una ciudad donde el costumbrismo es sinónimo de
frenesí y la infinidad de estímulos se parece quizá demasiado a la soledad.
Nueva
York a través de los hombres, de esta manera se podría resumir la pícara novela
de Mateo Sancho.
“Nueva York de
un plumazo”
es leer una comedia romántica diferente, una historia de sentimientos y de amor
homosexual, y una guía granuja donde el protagonista, Simón, desilusionado de
la vida de Madrid y sufriendo la crisis de España nos muestra su hábil andadura
para comenzar su vida por la Gran Manzana
Tendréis
un excelente relato de la sociedad neoyorkina, el fuerte contraste que existe
entre la alta sociedad y las esferas más bajas, una sociedad totalmente
deshumanizada. Retrato que el autor utiliza para retratar también a un sector
concreto de la sociedad española, la generación de los treinta tantos.
Pronto,
no obstante, el joven descubrirá que la estancia en su nuevo destino dista de
esa sofisticación que ha visto en películas, pero que la vida, con todas sus
miserias y complicaciones, también rezuma un inesperado encanto.
El
escritor nos cuenta, con prosa hilarante pero profunda, que aunque tenga color
de rosa, la realidad lima los bordes con bisturís muy afilados. Todo está ahí:
las razones para la marcha, que son excusas y son verdades; el impacto de la
llegada a un continente donde todo es fácil pero no lo es. La emigración pura y
dura.
Paralelamente
el libro habla sin tapujos del sexo y promiscuidad, en medio de una ciudad que
lo tiene todo para los homosexuales y apostar por la práctica de un sexo rápido
no carente de sentimientos, donde cuestionar y abrir nuestra mentalidad, tanto
los homosexuales como los heterosexuales.
Otro
rasgo de la novela es una reflexión sobre el envejecimiento en general, que ha
llegado el momento de reinventar. Estos hombres abren camino en ese sentido
para una tercera edad en la que cada uno elija lo que es su familia y los
proveedores de cuidados no den por hecho que tenemos hijos o nietos.
Un
libro que podría haber salido un drama lleno de nostalgia, pero salió una comedia
vital.
Una
novela con trasfondo autobiográfico. Narrada en primera persona e imagino que
mezclando experiencias del autor con ficción, “Nueva York de un plumazo” de Mateo Sancho es una novela que me ha
gustado mucho y que os recomiendo leer. Es divertida y expone normalizar
victimismos, una historia sin dramas, llena de energía y frescura.
Una
historia que enseña que debemos tener purpura en nuestra vida.
El
escritor se inspira en su propia experiencia, una novela llena de humor y
emoción que describe la subsistencia en una ciudad tan contradictoria como
fascinante y que reivindica los afectos como la mejor forma de anclarse en un
lugar.
Al
mismo tiempo, me ha gustado el tema de la amistad planteada en la novela, los
amigos de Nueva York no son como los amigos en España no existe ese vínculo de
unión. Todos es más frío y las personas se mueven por sus intereses. Así mismo
explica como para un emigrante de un país con estructuras afectivas muy sólidas
como es España llegar a esta sociedad individualista despierta necesariamente
nostalgia. Porque en Nueva York la amistad es poco productiva y llega la
inevitable soledad.
Es
un relato divertido, engañosamente ligero de prosa sencilla, fácil de asimilar
y de leer, muy propia del lenguaje periodístico que puebla hoy parte de las
publicaciones españolas. A través de la acerada visión de unos personajes y el
constante choque de la ficción y la realidad, poblada de metáforas directas e
hilarantes a veces, emocionales y complejas otras habla sobre el choque de
cultura, el aislamiento, la asimilación y finalmente la desidentificación que
todo el que se va experimenta con su lugar natal y con aquel en el que
finalmente ha decidido vivir.
Me
complace que se vea el romanticismo en una historia relativamente breve por la
que pasan veinte hombres diferentes. ¡Sí! Ese espíritu: quitar el halo de
sordidez a la vida promiscua y saber que, en cada encuentro, hay algo de
miniromance. Donde resulta que los capítulos de “Nueva York de un plumazo” son nombres ordenados alfabéticamente,
los nombres de aquellos con los que Simón tiene una cita, un encuentro amoroso,
un rollo, sexo o escarceos, cada uno de los cuales le abre una ventana
neoyorkina.
Está
claro que el objetivo del libro por encima de todo es divertir, y para eso,
Mateo Sancho se las pinta solo con un lenguaje fluido e irónico. Pero, como lo
cortés no quita lo valiente, a la vez es brutalmente sincero.
Es
lo que relata con mucho humor, sin inhibiciones y sin dramas, el periodista y
escritor, Mateo Sancho a través de Simón, su alter ego en la novela “Nueva York de un plumazo”. Una obra de
claro trasfondo autobiográfico, en la que protagonista y autor se confunden
durante el trascurso del relato. No es extraño. Sus evoluciones vitales corren
parejas: cuando llegan a Estados Unidos, ambos han dejado España, con un
talante conservador donde creció en un ambiente rural y reprimido con un master
en bullying. Se dedican al periodismo, son gais que necesitan vivir de forma
renovada tanto su sexualidad como su vida emocional y emprenden el viaje bajo
ese propósito. Para el escritor fue el detonante de su investigación que le
hizo preguntarse muchísimas cosas sobre si existe una fecha de caducidad del
deseo, sobre la diferencia entre orientación sexual y actividad sexual, las
múltiples formas de amar y de sentir las relaciones de pareja.
Indudablemente
Nueva York es tan personaje de la novela de Mateo Sancho como Simón, Carlos,
Tomás y compañía. No son sólo los planes de la fiesta gay, sino también todos
los hombres con los que el periodista interactúa. El protagonista y el escritor
zaragozano, o viceversa, realiza una explícita guía de la ciudad y de los
hombres a través de sus propias vivencias en una comedia romántica y promiscua
donde quiere defender y demostrar que el sexo exprés no es incompatible con el
sentimiento.
“Nueva York de
un plumazo” está
llena de plumas, y cada una es una experiencia vivida, llena de lecciones
aprendidas. Una de tantas, es que al sociedad todavía tiene remilgos al sexo y
hay que normalizarlo, y todas ellas
divertidas…
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