domingo, 19 de abril de 2020

UN ESCARABAJO MUERTO.




En un camino yace un escarabajo muerto.
Tres pares de patas cuidadosamente dobladas sobre el vientre.
En lugar del desorden de la muerte: orden y limpieza.
El horror de este espectáculo es moderado,
su alcance local, desde el pasto bermuda hasta la menta.
La tristeza no se transmite.
El cielo es azul

Para nuestra tranquilidad, los animales no mueren
sino que mueren de una muerte más llana, por así decirlo,
queremos creerlo: menos sensibilidad y mundo,
dejando, como nos parece, de una escena menos trágica.
Sus pequeñas alas suaves no nos persiguen por la
noche, mantienen su distancia,
conocen las costumbres.

Y este escarabajo murió en el camino
brilla incómodamente hacia el sol.
Solo piense en ello durante la duración de una mirada:
parece que no le ha pasado nada importante.
Lo importante, al parecer, nos concierne.
Solo nuestra vida, solo nuestra muerte,
una muerte que goza de una precedencia forzada.

No hay comentarios:

Publicar un comentario