domingo, 1 de noviembre de 2020

UNA SEÑAL OSCURA.



Se notaba en algunos presagios desolados,

en ciertas madrugadas

que la luz invadía con su guadaña blanca

por sorpresa, como arden los campos enemigos,

con cuchillas de fuego y tizones de acero.



Se sabía que una tarde caliente sonarían

las campanas de muerte y el miedo a los olivos

en la noche sin sueño, ni amanecer ni luna,

que bajaría la sangre por las calles en cuesta

como un río sin canciones ni desembocadura.



Se sabía que el silencio sería la voz del pánico,

otra forma de muerte, otro modo del miedo:

el idioma común del muerto y los mortales

y una antigua costumbre de días sin cosecha.



Y la memoria intacta

mandaba con temblor de hoja en otoño,

con números ofidios,

una señal oscura y un soplo de aire helado.

1 comentario:

  1. Hola!! me encanto esa poesía, acabo de descubrir tu blog y ya formo parte del el espero verte por https://librosyrisasmas.blogspot.com/, que tengas un lindo dia.

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