Mi
hombre de llave inglesa es mi dulce patootie;
el
amante de mi vida, de mi juventud y de mi vejez.
Mi
corazón le pertenece a él y solo a él;
los
hijos de mi carne son suyos y llevan su rabia
Ahora
crecido a años avanzando a través de las docenas
el
beso meloso, los labios de vino y fuego
se
desvanecen dichosamente en los años distantes de allá
pero
todos mis días de felicidad y asombro
están
acunados en sus brazos y ojos enteros.
Nos
llevan bajo las aguas del mundo
más
allá de los postes estelares de un planeta distante
Y
arrastrándose a través de las algas del océano
nos
enredan con cuerdas e hilo de recuerdos
donde
hemos estado juntos, tu y yo
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