martes, 15 de diciembre de 2020

PATRIA. Fernando Aramburu.

Por unas cosas o por otras, no había leído la novela que las promociones editoriales califican como "el mayor fenómeno literario de los últimos tiempos".
Fernando Aramburu ha sacudido los cimientos de la sociedad y la memoria de miles de españoles con su novela "Patria". Muy a menudo nos encontramos con que una obra de ficción nos ayuda a comprender mejor la realidad que los textos técnicos o científicos. Un proyecto literario que dirige su foco de antención hacia el fanatismo político y las heridas abiertas que el terrorismo ha dejado a lo largo de todo el país.

SINOPSIS:
El día en que ETA anuncia el abandono de las armas, Bittori se dirige al cementerio para contarle a la tumba de su marido el Txato, asesinado por los terroristas, que ha decidido volver a la casa donde vivieron. ¿Podrá convivir con quienes la acosaron antes y después del atentado que trastocó su vida y la de su familia? ¿Podrá saber quién fue el encapuchado que un día lluvioso mató a su marido, cuando volvía de su empresa de transportes? Por más que llegue a escondidas, la presencia de Bittori alterará la falsa tranquilidad del pueblo, sobre todo de su vecina Miren, amiga íntima en otro tiempo, y madre de Joxe Mari, un terrorista encarcelado y sospechoso de los peores temores de Bittori. ¿Qué pasó entre esas dos mujeres? ¿Qué ha envenenado la vida de sus hijos y sus maridos tan unidos en el pasado? Con sus desgarros disimulados y sus convicciones inquebrantables, con sus heridas y sus valentías, la historia incandescente de sus vidas antes y después del cráter que fue la muerte del Txato, nos habla de la imposibilidad de olvidar y de la necesidad de perdón en una comunidad rota por el fanatismo político.

No es una historia fácil, ni feliz, ni agradable, ni incluso recomendable; pero hay algo ahí dentro que te empuja a seguir hasta que cierto día sales de ella tras más de seiscientas páginas y notas como algo de ti se ha quedado ahí.
A partir de ahí empieza una historia de presente y pasado, de las sensaciones actuales y recuerdos que le vienen a la mente, decisiones que tomó y que han trasformado su vida. Fernando Aramburu, a las claras, presenta en este relato cómo viven realmente los integrantes de una pequeña localidad vasca la violencia terrorista. Es la historia de dos famailias enfrentadas por culpa de la injerencia ideológica pese haber estado antaño muy unidas, es una plasmación cierta - o al menos verosímil- de lo sucedido en el País Vasco durante los años más duros de la lucha armada.
No hay duda de que ETA, sobre todo en las dos últimas décadas, basó su estrategia en meter miedo a parte de la población vasca. En este sentido, no se puede entender el relato hegemónico de "Patria" sin asumir el terror que parte de la población País Vasco y resto de España vivió mientras ETA cometía atentados.
"Patria" la última novela del autor donostiarra, no se conforma con relatar el sufrimiento de dos familias afectadas de diferente forma por el fenómeno del terrorismo; sino que, escarba en el subsuelo de lo colectivo, buscando las raíces de una tragedia cuya última página aún no se ha escrito. Las armas han callado y ha comenzado el turno de las palabras. La derrota literaria de ETA es tan importante como la desarticulación de la banda.
Aramburu no prentende ser neutral. Su novela se moviliza contra la humillación y olvido de las víctimas, denuncia la convivencia entre el clero y el nacionalismo, reinvindica el papel de la memoria para reparar y retañar las heridas, señala el trasfondo racista y excluyente de cualquier utopía basada en principios identitarios. Sin moralizar o sermonear, el escritor destaca la humanidad de quienes son asesinados por ocupar un acta de concejal o enfundarse un uniforme, desmonta el patriotismo concebido como una misión sagrada, apunta que la violencia es un mecanismo inparable cuando se pone en movimiento, y recuerda la tibieza de las fuerzas nacionalista -PNV incluido- con el terrorismo independentista.
En el Pais Vasco, la sangre de los que algunos llaman "el conflicto" todavía rezuma en muchas calles. Las consecuencias son demoledoras y Fernando Aramburu ha sabido ponerle nombre y hacer que cada uno de ellos sostiene su discurso. Victimas y victimarios. Los que justifican el asesinato, los que aprietan el gatillo y los que sufren la irracionalidad de un delirio que tiene por nombre "Patria".
Algún día, dentro de muchos años, la novela de Aramburu se leerá como la mejor forma de explicar lo que a los ojos de cualquiera no tiene explicación. Otro Espisodio Nacional. Otra tragedia inexplicable. Una lectura imprescindible. Estoy seguro de que nadie se arrepentira de haberla leído. Maestro Aramburu, inolvidable "Patria".

En "Patria", el autor habla sobre el perdón y la reconciliación. Más que analizar el conflicto, es decir, quiénes son o dejan de ser los culpables, Aramburu se dedica a poner sobre el tapete de juego las historias de dos familias, antes y después de un atentado terrorista. El lector, por su cuenta, se hace perfectamente una idea de las reglas de juego y sin pretenderlo toma partido.
Todas las respuestas las iréis conociendo a lo largo de la trasparente narración del escritor donostiarra donde el presente y el pasado se entrelaza.
Vista desde fuera "Patria" es una novela extensa, pero abarca 40 años de conflicto terrorista, no se puede contar en menor número de hojas. En este libro se incluye todo: el mundo de la lucha armada, el encarcelamiento de los asesinos, la ocultación y marginación de las víctimas, el papel de la iglesia y el drama de vivir en una sociedad dividida en buenos y malos.
Aramburu relata de una forma magistral todos los aspectos mencionados anteriormente, junto con el predominio de valores de la unidad familiar, sobre todo en las personas que hablan el euskera, en la que se justifica la violencia y el acoso al sospechoso. Es increble el retrato que realiza el autor de las dos caras de una sociedad intoleante y arcaica, con muy pocas miras y, porqué no decir, compasión ante las víctimas. Nada ni nadie se escapa del fino analisis del autor.
Desde el punto de vista formal, "Patria" es un prodigio de precisión. Los capítulos se suceden con una exactitud asombrosa, manteniendo vivo el relato en todo momento. Las peripecias de los distintos personajes se encadenan sin estorbarse mutuamente. La prosa es poderosa, pero no retórica. Está al servicio de la narración. Su desnudez y eficacia deja espacio al lirismo y la ternura, pero no a ese ensimismamiento estético que paraliza la trama, produciendo fatiga y dispersión. Posee profundidad, textura, resonancia, sin caer en estériles preciosismos. La portentosa arquitectura de "Patria" evoca la sabiduría narrativa de Tolstói y Galdós, convenientemente actualizada. No me parece exagerado afirmar que nos hallamos ante una de las grandes novelas de la literatura española contemporánea.
Más allá de la trama, el autor maneja con admirable consistencia su cruce de perspectivas contrapuestas y  contradicciones, la polifonía, el fluir de voces. La permeabilidad entre pasado y presente, entre la memoria y el momento, la interioriza en lo que se podría llamar su yo cambiante, flotante: distintas voces en primera persona se revelan en el centro de la historia para que varíe el punto de observación según quién sea quien. Cada uno ve lo que ve, selectivo, segun el lugar de los hechos donde se encuentre. La fábula se modula como un juego de voces en el que también participa una voz narradora, impersonal, con capacidad de circular por la conciencia de quienes intervienen en la acción, y con oído para captar la oralidad, los coloquialismos de los personajes.
Porque, una verdad bien cierta, me he dado cuenta que con todo lo escrito anteriormente, ésta novela lo que se retrata son las emociones.

La verdad es que no me podía imaginar qué me iba a encontrar entre las páginas de este libro.
El libro comienza con el abandono de las armas de ETA y los sentimientos que este hecho desencadena en las dos protagonistas principales: Bittori y Miren, en torno a las cuales se desarrolla la acción. 
Pero, ¿qué sería de "Patria" sin sus personajes?
Aramburu conferirá a cada uno de estos personajes mencionados voz y entidad propia, lo que os permitirá encajar las piezas de una historia que los enlaza y que se irá desarrollando mediante vaivenes temporales y confesiones cruzadas.
Todos los participantes de "Patria" prefieren guardarse su voz para sí. Son, esencialmente, voces interiores que bullen dentro, restropecciones. Emplea un narrador focalizado en cada personaje, otorgándole una voz propia que se entremezcla con la narración mediante el uso del estilo indirecto libre. Los pensamientos y la personalidad del personaje se funden así con la voz narradora otorgándole bastante carisma al texto. Cada personaje tiene su tono y su acento, con diferentes vocabulario tanto el euskera o el castellano.

"Patria" ha conseguido derrotar a ETA en la literatura, y eso es importante, ha aportado un relato potente sobre la verdad de ETA que arrincona al de la izquierda abertzale sobre el conflicto vasco.
Aramburu deja al lector que lea y decida. Él solo relata, expone y da voz a un conflicto del que hasta hace pocos años, nadie osaba hablar o escribir por miedo a posibles represalias. Cuando un servidor cierra la última página de "Patria", se arrepiente de no haberlo leído antes, porque posiblemente es uno de los mejores libros que han pasado por mis manos, que no son pocos. Desde luego es una novela que muchos deberían leer, releer y volvor a leer.

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