viernes, 6 de mayo de 2022

DE QUE NADA SE SABE.


 
La luna ignora que es tranquila y clara
y ni siquiera sabe que es la luna;
la arena, que es la arena. No habrá una
cosa que sepa que su forma es rara.
 
Las piezas de marfil son tan ajenas
al abstracto ajedrez como la mano
que las rige. Quizá el destino humano
de breves dichas y de largas penas
 
es instrumento de otro. Lo ignoramos;
darle nombre de Dios no nos ayuda.
Vanos son también el temor, la duda
 
y la trunca plegaria que iniciamos.
¿Qué arco habrá arrojado esta saeta
que soy? ¿Qué cumbre puede ser la meta?
 

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