La
prolífica autora belga regresa con “Sed”
una novela sobre las últimas horas de Jesús antes de ser crucificado que le ha
llevado 30 años y donde crítica la glorificación del sufrimiento por parte de
la iglesia católica.
SINOPSIS: El Testamento
según Jesucristo. O el Testamento según Amélie Nothomb. La novelista belga se
atreve a dar voz al protagonista y es el propio Jesús quien nos narra su
Pasión.
Aparecen
en estas páginas Poncio Pilatos, los discípulos de Cristo, el traidor Judas,
María Magdalena, los milagros, la crucifixión, la muerte y resurrección, las
conversaciones de Jesús con su padre divino... Personajes y situaciones de
todos conocidos, pero a los que aquí se da una vuelta de tuerca: se nos cuentan
con una mirada moderna, un tono lírico y filosófico con toques de humor. Jesús
nos habla del alma y la vida eterna, pero también del cuerpo y del aquí y
ahora; de lo trascendental, pero también de lo mundano. Y aflora un personaje
visionario y reflexivo que conoce el amor, el deseo, la fe, el dolor, la
decepción y la duda. Esta novela reinterpreta y humaniza una figura histórica
con una mirada acaso transgresora, tal vez iconoclasta, pero que no busca en
absoluto la provocación por la provocación ni el escándalo fácil.
¿Un
sacrilegio, una blasfemia? Simplemente literatura, y de la buena, con la fuerza
y capacidad de seducción a las que nos tiene bien acostumbrados Amélie Nothomb.
Si en algunos libros anteriores la autora jugaba a reelaborar fábulas y
antiguos cuentos de hadas con un toque contemporáneo, aquí se atreve ni más ni
menos que con la Historia Sagrada. Y su muy humano Jesucristo no dejará
indiferente a nadie.
Un
tema que está en cualquier museo, que han llevado mil veces al cine y que
encontraréis, por supuesto, en la literatura, aunque con menos frecuencia.
La
escritora acaba de editar la novela “Sed”,
donde el protagonista de los Evangelios tiene la palabra. Y llega Nothomb, con
esa mirada suya tan particular con la que se ha metido en cuentos, leyendas,
mentes y realetes, y presenta su propia versión de la Pasión. O, mejor dicho,
deja que sea el propio Jesucristo quien lo haga, ya que le concede la palabra
en esta novela corta.
La
apuesta es bien arriesgada, no es la historia de la vida de Jesús, sino es
reconstruir la pasión de Cristo desde su propia voz. Jesús cuenta en primera
persona cómo vivó su condena y crucifixión. Una novela de soledad, de
pensamientos después de ser traicionado y juzgado, el martirio del vía crucis y
el amor de María y de María Magdalena atraviesan el libro para componer un
personaje. Atreverse con algo así, y que salga bien como en este caso, dice
mucho de la autora. Era una empresa difícil, comprometida, en la que tantas
cosas podían salir mal.
La
novelista propone en “Sed” una
reescritura, un evangelio desde su mirada, no es un libro religioso, pero
tampoco blasfemo. También se explora la vida espiritual y la encarnación, no en
un sentido estrictamente religioso.
Qué
significa estar vivo, tener carne o materia, la existencia en sí con todas sus
cosas buenas y malas. Al final, la autora se centra en la faceta amorosa, en
las que Jesús encuentra una de las claves de la vida.
"Lo más
profundo en el hombre es la piel”, dice Jesucristo, conocido también como
Mesías o Cristo en la novela “Sed”.
Nothomb
no busca el escándalo o la provocación, publica una novela ambiciosa, original,
amarga, dura, filosófica, donde se pone en peligro a través de un héroe que ya
ha echado mucha tinta: Jesucristo. La autora, lo que hace es plantear al lector
si no estamos en una sociedad que valora
en exceso el dolor y el sacrificio hasta el punto de recrear esta Pasión una y
otra vez.
Una
novela en la que, desde la primera persona del singular, recrea la Pasión de
Cristo con una voz entre irónica y contemporánea. Deliciosamente ácida y
malévola.
El
texto es ligero y profundo a la vez, una recomendación sin reservas para
quienes buscan que una novela, ante todo, les haga reflexionar, sobre esa
ficción en la que reinterpreta la historia sagrada a partir de un soliloquio, y
donde imagina desde la poética del sufrimiento un nuevo testamento con una
mirada humanista y luminosa en la que el cuerpo, como en muchos de sus libros,
vuelve a ser protagonista omnipresente en la forma de mirar el mundo y
relacionarse con los otros.
Un
lenguaje directo da rienda suelta al descubrimiento pleno de la interioridad
del personaje, con estilo claro, contundente por sus ideas concretas. El
discurso monologal creado por Nothomb entretejen la trama, las emociones, la
resignación de Jesucristo.
En
suma, “Sed” de Amélie Nothomb tal vez
sea una novela ejemplar por la profunda y reveladora interiorización de las
emociones, por el manejo del lenguaje. Original por adentrarse en un
acontecimiento histórico y por darle voz a Jesucristo, la eficacia narrativa de
Nothomb tiene una expresión sólida.
Novela
de celebración del amor, la última de sus palabras es soledad.
Es una novela sobre una persona que acepta sufrir un dolor infame y el reto de la autora era explicar el porqué de ese misterio. En el monólogo interior del Jesús de Nothomb hay una mirada retrospectiva sobre el sufrimiento inútil, y un sutil arrepentimiento por haber soportado tan dura carga.
Es
un Jesús humano, una característica que durante siglos había sido casi velada
por su divinidad que le hacía más etéreo. La novelista retrata Cristo con esa
mezcla tan suya de ligereza y profundidad. Osada, original, y provocadora,
Amélie en estado puro. Lo presenta de carne, hueso, amor y perplejidad.
Jesús
se enfrenta con miedo al dolor físico y a la muerte, como cualquier persona,
mientras se pregunta por las razones de Dios para otorgarle ese destino.
En
las páginas de “Sed” figuran los
personajes clásicos de las lecturas religiosas: Poncio Pilatos, los primeros
personajes que aparecen son los beneficiarios de sus milagros que testifican en
su contra dando fe de la ingratitud humana, los discípulos de Jesús, el traidor
Judas que lo mira con compasión, las mujeres del Cristo de la escritora belga
son contempladas desde un inmenso amor, el amor del hijo por la madre, y el
amor del hombre por la compañera María Magdalena. Simón de Cirene y la
Verónica, acercándole una tela que seca su rostro, son las únicas personas que
le ayudan en su calvario. Todos los personajes secundarios cumplen su papel en
la novela.
Mención
especial por muchas de las reflexiones que repasa las aspiraciones y las
reflexiones familiares a partir del flujo de conciencia que revela numerosas
vivencias con José, uno de los símbolos con mayor arraigo por sus
características sociales y funcionales en la trama y en el judeocristianismo.
Amélie
Nothmb no solo hace una soberbia demostración de estilo sino que entrega un
libro que, en su aparente fácil lectura, permite infinidad de lecturas en torno
a temas como la verdad, la bondad, la fe y el amor pero también sobre el
egoísmo, el dolor y la muerte.
Una
experiencia riquísima que excede con creces el interés que despierta la
polémica.
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