viernes, 12 de agosto de 2022

UN EXTRAÑO VISITANTE.

 
 
Corrió una brisa fría.
Al reparo de un cerro,
Mazapán dormitaba entre las flores.
Yo soñaba feliz, aferrado a su pelo.
 
De pronto, algo mojado
me corrió entre los dedos.
Pensé que era la lengua de mi potro,
pero no.
No era eso.
 
Sentí un temblor
debajo de mi cuerpo.
Mazapán hizo viento con su hocico
y, enseguida, sus alas se movieron.
 
- ¡No se asusten!
  ¡Soy yo! 
  ¡Me llamo Cierzo!
  dijo entonces la voz de un caracol
  que reía, nervioso,
  en la punta del cuerno. 
 
 

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