“El matarife” es la ópera
prima de Sándor Márai. Es un relato breve, hasta ahora inédito en España. La
historia refleja la transformación de un hombre durante la Primera Guerra
Mundial.
SINOPSIS: Un retrato lúcido e
inmisericorde de un ser humano -matarife por vocación, soldado por necesidad-
privado de sentimientos.
En
El matarife, Sándor Márai -uno de los grandes escritores del siglo XX-
reflexiona con brillantez y hondura hasta qué punto un ser humano puede
modificar su propia naturaleza sometido a los estragos de una guerra despiadada
y cruel.
Sándor
Márai ha sabido concentrar en un solo personaje el irreprimible trastorno
psíquico que condujo a la Primera Guerra Mundial, con la irónica distancia y la
fría concisión de un cronista, como algo perteneciente a una nueva y aterradora
normalidad de la que es imposible salir indemne.
La
historia que narra es sencilla. El ascenso a categoría criminal de un niño
nacido en una ciudad del margraviato de Bradeburgo, cerca de Berlín, en los
años finales del S. XIX.
“El matarife” ya tiene las
señales de identidad del estilo del escritor húngaro. En esta novela corta, un
relato lúdico, destellos de humor negro e inmisericorde de un ser humano
privado de sentimientos.
El
escritor reflexiona con brillantez y hondura hasta qué punto el ser humano
puede modificar su propia naturaleza sometidos a los estragos de una guerra
despiadada y cruel.
Otto
Schwartz fue concebido en una noche signada por la violencia. Ese día, en el
circo al que acudieron sus padres, un oso polar devoró de un mordisco la cabeza
de su adiestradora. Nueve meses después nació el niño. En los albores de la
Primera Guerra Mundial, Otto –hijo de un guarnicionero- es testigo de la
matanza de un buey. El hecho, anecdótico, echa profundas raíces en el alma del
joven, que sólo encuentra desde aquel momento razón de ser en la profesión de
matarife, a pesar de las negativas paternales.
Privado
desde el nacimiento de amor maternal. El protagonista se descubre como un niño
carente de sentimientos, incapaz de sentir empatía, y protagoniza un
desagradable castigo contra una niña de la escuela.
Tras
un breve servicio militar, Otto es acompañado por su padre a la capital, en la
que ejercerá como matarife en diversos mataderos del extra-radio. Pronto será
llamado a filas, en el frente dará rienda suelta a una crueldad inusitada,
sacrificando en la trituradora de la guerra por un imperio que premia la
barbarie. A lo largo del libro, Márai analiza los procesos psicológicos que
resultan de la fiebre nacionalista y castrense. En medio de la guerra, le hará
merecedor de un reconocimiento militar.
Se
lee de un tirón y no sin pocos escalofríos. Me ha resultado asombroso como una
historia en apariencia tan simple puede enganchar con tanta facilidad, sin que
quieras dejar de leer. Y también es de valorar la cantidad de temas que toca,
aunque sea de pasada y con la intención de generar debate en el propio lector.
“El matarife” es una fábula
moderna, brutal y al mismo tiempo contemporánea.
“El matarife” es una novela
inquietante, el tono desapasionado de la obra adquiere una dimensión aterradora
a medida que el narrador relata con aparente neutralidad los episodios de
crueldad de Otto, en especial durante los años de guerra.
Una
pieza corta en la que el lector comprueba que Márai es tan preciso en sus
frases, ya es un maestro en el manejo del detalle, de su poder sintético y
revelador, de su capacidad de hondura en el conocimiento de la psicología.
Porque
el escritor húngaro tiene el don de la indagación del alma. Entrar en las
páginas de sus novelas es rebuscar en los corazones de sus personajes para
encontrar sus fisuras y los momentos claves que definieron sus vidas. Su prosa
logra una mezcla de romanticismo, belleza y psicoanálisis que resulta
devastadora por las verdades que deja al descubierto. Es autentico a la hora de
narrar los hechos de mayor dramatismo con una deliberada ligereza que se
transforma de pronto en un estallido de impulsos y acciones no contralados por
la razón.
La
historia de “El matarife” nace y
muere de la violencia más extrema, primitiva y pura. Está construida por sangre
y palabras, de cada línea rezuma el hedor de los últimos minutos, el fin de la
lucha por la supervivencia.
Su
personaje principal es revulsivo y repulsivo. La novela se ubica en el contexto
de la Primera Guerra Mundial y el autor perfila a su personaje con rasgos
caricaturescos: grandote, bobo, torpe e insensible hasta límites insospechados.
Incluso, su concepción en el vientre de su madre tiene algo de monstruoso y
atroz.
El
indolente Otto Schwartz es una ejemplo escalofriante de abyección salvaje: para
él matar animales es un desolladero berlinés o soldados enemigos en el frente
no supone una gran diferencia, sino una suerte de vocación. Sándor Márai ha
sabido concentrar en un solo personaje el irreprimible trastorno psíquico que
condujo a la Primera Guerra Mundial.
Su
Otto encarna lo peor de la guerra y describe los defectos de la ignorancia y
los regímenes totalitarios ya que, el sobrecogedor relato que encierran estas
páginas no se detiene a su regreso del campo de batalla, sino que traslada esa
batalla interna frente a un inolvidable hijo de su época que se empeñó en
enfrentarlo continuamente contra sí mismo.
En
esta novela llena de matices de colores y personaje singular, nos adentra en
una trama donde la redención y el perdón también son el fruto de la desgracia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario