Ilustración Buwa Shete.
-Porfirio
Barba Jacob-
Yo
no sabía que el azul mañana
es
vago espectro del brumoso ayer;
que
agitado por soplos de centurias
el
corazón anhela arder, arder.
Siento
su influjo, y su latencia, y cuando
quiere
sus luminarias encender.
Pero
la vida está llamando,
y
ya no es hora de aprender.
Yo
no sabía que tu sol, ternura,
da
al cielo de los niños rosicler,
y
que, bajo el laurel, el héroe rudo
algo
de niño tiene que tener.
¡Oh,
quién pudiera de niñez temblando,
a
un alba de inocencia renacer!
Pero
la vida está pasando,
y
ya no es hora de aprender.
Yo
no sabía que la paz profunda
del
afecto, los lirios del placer,
la
magnolia de luz de la energía,
lleva
en su blando seno la mujer.
Mi
sien rendida en ese seno blando,
un
hombre de verdad pudiera ser...
¡Pero
la vida está acabando,
y
ya no es hora de aprender!
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