sábado, 26 de febrero de 2022

TARDE TA AMÉ.

 
 
¡Tarde te amé,
oh hermosura siempre antigua y siempre nueva.
Tarde te amé!
Y he aquí que Tú estabas dentro de mí,
y yo estaba fuera de mi mismo.
Por fuera yo te buscaba;
y en medio de las hermosuras que creaste,
irrumpía yo con toda la insolencia de mi fealdad.
Estabas conmigo, pero yo no estaba contigo.
Manteníanme alejado de Ti aquellas cosas que,
si en Ti no fueran, no serían.

Pero Tú me llamaste, gritaste,
derrumbaste mi sordera.
Centellaste, resplandeciste,
ahuyentastes mi ceguera.
Derramaste tu fragancia,
la inhalé, y ya suspiro por Ti.
Gusté, y tengo hambre y sed.
Me tocaste,
y ardo en deseos de tu paz.
 

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