Ligera
vengas o ligera marches:
Aunque
tu corazón te augure pena,
Valles
y muchos soles consumidos,
Oréade,
deja que tu risa brote
Hasta
que el atrevido aire alpino
Rice
todo tu pelo flameante.
Ligera,
ligera… Siempre así:
Las
nubes que ciñen los valles profundos
A
la hora del lucero vespertino
Son
los siervos más sumisos:
Amor
y risas la canción confiesa
Cuando
está el corazón más abatido.
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