Amarrado,
así estás,
preso
de ti
no
puedes liberarte
no
quieres liberarte.
La
golondrina revolotea
en la húmeda nuca
busca
la gota que endurezca
el
barro para su nido;
ilusa
de su libertad
bebe
la amargura del encadenado.
Esclavizado,
así estás,
atado
a ti
y
así seguirás cuando la golondrina
levante
su vuelo hacia la luz.
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